GRANDES OBJETIVOS HISTÓRICOS Y
OBJETIVOS
NACIONALES DEL PLAN SIMÓN BOLÍVAR 2013-1019
I. DefenDer, expanDIr y
consolIDar el bIen más precIaDo
que hemos recon- quIstaDo Después De 200 años: la InDe-
penDencIa
nacIonal.
“Conciudadanos! Me ruborizo
al decirlo: la independencia es el único bien que he- mos adquirido a costa de los demás. Pero ella nos abre la puerta para reconquis- tarlos bajo vuestros soberanos auspicios, con todo el esplendor de la gloria
y
de la
libertad”.
Bolívar, Bogotá, Enero de 1830.
Transcurre el Ciclo Bicentenario
de
nuestra Independencia. Está nuestro tiem- po cargado de la herencia
heroica que nos pertenece como pueblo y que llevamos
en la sangre y en el alma. Estamos nuevamen-
te en batalla,
con sueños concretados y por concretarse, en el
marco
del proceso re-
volucionario
bolivariano, en abierta lucha
por terminar de recuperar y consolidar
la Independencia que habíamos
perdido. Nos inspiran la resistencia indígena, la rebeldía
afrodescendiente, la gesta independentis- ta, la Revolución Federal, la Revolución
Restauradora; nos inspiran Guaicaipuro,
Tamanaco, Terepaima, Andresote, José Leonardo Chirino, Francisco
de Miranda, Simón Rodríguez, Antonio José de
Sucre, Ezequiel Zamora, Cipriano Castro. Y nues- tro máximo inspirador, nuestro
mayor re- ferente, es el Libertador Simón Bolívar.
Históricamente, las mutaciones pro- fundas de
la Venezuela
agroexportadora, claramente latifundista y “semifeudal”,
a la Venezuela petrolera, no
generaron sig- nificativas transformaciones en la manera de conducir los destinos de la Nación.
Muy al contrario: se profundizó la dependencia en detrimento de campesinos, obreros,
tra- bajadores y sectores populares. La domi- nación foránea,
con una penetración del capital sin precedentes con la llegada
del “oro negro”, encontró la mesa servida
por gobiernos entreguistas de toda laya.
En ese contexto, nació la Venezuela ex- portadora de
petróleo: una factoría petro- lera subordinada al modelo
consumista y belicista del imperialismo yanqui; nació un régimen capitalista, represivo y neocolo- nial que hundió al noble y
glorioso pueblo de Bolívar en la más grande miseria mate- rial y moral.
Sólo la honrosa
y valiente resistencia de la mayoría
patriótica del pueblo
vene-
zolano y su liderazgo honesto, expresada en la lucha contra las dictaduras del siglo XX, en las rebeliones civiles
y militares de la década
del sesenta, en
la movilización
combativa de sucesivas generaciones de jóvenes estudiantes y
en las grandes re- beliones populares
y militares del 27 de febrero de 1989, del 4 de
febrero y del 27 de noviembre de 1992, nos salvaron de una
total destrucción como Nación soberana.
El 6 de diciembre de 1998, la Revolu- ción
Bolivariana, teniendo como base la conciencia y dignidad del pueblo, inició el
quiebre de la hegemonía neocolonial. Tre- ce años de Revolución
Bolivariana, nos ha devuelto la Independencia política.
Venezuela hoy tiene un Gobierno Boliva- riano, soberano, que no responde a los dicta- dos del Imperio ni a los de burguesía alguna. Hoy tenemos un pueblo que se siente pro- fundamente orgulloso de sus raíces cultura- les e
históricas, y estamos en pleno proceso de recuperación del control de nuestras ri- quezas naturales y nuestros ingresos.
Es por ello que el primer gran objetivo histórico, para el próximo periodo de
Go- bierno Bolivariano y socialista, será defen- der y consolidar el bien más preciado que hemos logrado: la Independencia política; reafirmar nuestra identidad nacional y nuestroamericana,
así como seguir avan- zando en el marco de una audaz geopolíti- ca internacional hacia nuestra plena inde- pendencia económica.
II.
contInuar construyenDo el so- cIalIsmo
bolIvarIano
Del
sIglo xxI en venezuela, como alternatIva al moDe-
lo salvaje Del capItalIsmo y con ello asegurar la “mayor suma De segurIDaD socIal, mayor suma
De estabIlIDaD po-
lItIca y la mayor suma De felIcIDaD”,
para nuestro pueblo.
“No queremos, ciertamente, que el socia- lismo sea en América
calco y copia. Debe ser creación heroica”.
1928, José Carlos Mariátegui.
La crisis que actualmente sufren los lla- mados países desarrollados es consecuen-
cia de los desequilibrios y
contradicciones intrínsecas al sistema capitalista. La vora- cidad por acumular cada vez mayor rique- za está originando no
sólo
la destrucción irreversible del medio ambiente, sino la multiplicación de incontables sufrimientos y penalidades sobre millones
de seres hu- manos. Nunca antes la humanidad
había padecido una desigualdad tan atroz. Mien- tras tanto, unas pocas personas y empresas
monopolizan gigantescas fortunas
creadas a través de
manipulaciones financieras y
especulaciones desmedidas, a costa de
la miseria de la mayoría de la humanidad.
Albert Einstein
escribió, en 1949:
Estoy convencido de que hay solamen- te un camino para eliminar
estos gra- ves males,
el establecimiento de una
economía socialista, acompañada por un sistema educativo orientado
hacia metas sociales.
Los hombres y mujeres que estamos construyendo
la
Revolución Bolivaria- na, desde el
principio hemos compartido esa convicción, anunciando que debemos marcar un rumbo distinto, aprovechan- do las experiencias de otros países
pero aprendiendo de
sus errores, partiendo de nuestros propios
valores y asimilando las enseñanzas del Padre Libertador y de los grandes pensadores nuestroamericanos.
En el año 2004, la Revolución Bolivaria-
na proclamó
su carácter antiimperialista
y en el 2006 se definió como socialista. La prédica de la Revolución ha sido continua: no queremos permanecer en el ámbito
del capitalismo, es indispensable que en Vene- zuela encarne
el socialismo como el ancho y abierto camino hacia la suprema felici- dad social. Combatimos por una sociedad
donde
se realicen plenamente los grandes valores del cristianismo.
En el próximo periodo del Gobierno
bo-
livariano y socialista seguiremos moldean- do un sistema de relaciones sociales
de producción sustentado en los valores del
saber y el trabajo; al servicio de la satisfac- ción plena de las necesidades humanas de nuestro pueblo: alimentación, agua, elec- tricidad, vestido, vivienda
y hábitat, trans-
porte, salud, educación, cultura, ciencia y
tecnología.
Para ello es determinante el desarrollo de la propiedad social sobre los factores
y medios de
producción básicos y estratégi-
cos que permita que todas las familias y los ciudadanos y
ciudadanas venezolanos y venezolanas ejerzan
el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos
y culturales, logrando
el vivir bien.
Vamos pues, en el próximo
periodo a lo- grar el segundo gran objetivo histórico:
se- guir construyendo y
cimentando las bases del socialismo
bolivariano del siglo XXI para desmontar
el inhumano, depredador y belicista sistema
de acumulación capita- lista y trascender la lógica del capital que lo sustenta.
III. Convertir a venezuela en un país-potencia en lo social, lo económico y lo político, dentro de la gran potencia naciente de América Latina y El Caribe, que garantice la conformación de una región de paz en 'nuestra América'.
La próxima década, Venezuela debe consolidarse como país-potencia en el plano regional y universal. Los venezolanos y venezolanas debemos sentir y saber efectiva y concretamente, que es un hecho real y tangible la democracia participativa y protagonica; que, de manera sustantiva, se mantendrá el poder como medio para alcanzar la irreversible soberanía de la Patria.
Los avances logrados en el proceso bolivariano deben servir de base para proseguir la consolidación del poderío político, visto como la consagración de la restitución del poder al pueblo y del ejercicio pleno de la democracia participativa, protagónica y socialista como sustento político de la unidad nacional. Sólo por esta vía tendremos la fuerza necesaria, para participar con éxito en el complejo escenario mundial.
Para avanzar y consolidar la democracia participativa y protagónica, necesitamos afianzar el valor de la vida humana y su defensa, desde un plano fundamentalmente ético, donde residan la solidaridad y el valor del ser por encima del valor capitalista del tener para ser; de consumir para existir. Blindar la ética en el ejercicio del poder es de suma importancia, para constituir el poderío moral de la nación.
La construcción del poderío económico de Venezuela, como potencia energética, agro-alimentaria e industrial a futuro, nos obliga a consolidar los avances en cuanto al desarrollo del marco normativo y de la política de inversiones soberanas, para que la riqueza nacional esté al servicio de la vida de nuestro pueblo y de la construcción de un mundo de justicia y paz.
Igualmente, requerimos que nuestra nación, los soldados de la Patria con el respaldo de todo el pueblo, siga incrementando el fortalecimiento del poderío militar del país, que es parte de la tarea vital de la defensa integral de nuestra Patria.
En el próximo periodo del gobierno bolivariano y socialista lograremos el gran objetivo de desencadenar toda la potencia de la Patria de Simón Bolívar, conformando un bloque histórico democrático y popular, compuesto por la clase trabajadora y sus capas profesionales, así como por los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad.
IV. Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional, en la que tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar, que nos permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria.
Conforme al mandato de El Libertador Simón Bolívar, la política exterior de la Revolución Bolivariana desplegará todos sus esfuerzos para "obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino"; esto es, un entorno internacional que nos garantice la Independencia de la Patria, para el pleno despliegue de un proyecto nacional soberano.
Inspirada en la visión de armonía que caracteriza la cosmogonía de nuestros pueblos indígenas originarios, y en la concepción bolivariana de que, la acción política internacional debe tender a conformar el 'equilibrio del universo', la política exterior de la Venezuela bolivariana impulsará la conformación de un mundo pluripolar, cuyo fin último es la preservación de una paz fundamentada en el respeto y la soberanía de los pueblos.
Como lo hemos expresado en diversos escenarios, ese mundo pluripolar estará conformado por una multiplicidad de polos de fuerza, agrupaciones de países, para que haya más equilibrio universal; para que haya más democracia universal; para que haya más igualdad en el mundo.
En el próximo periodo del gobierno bolivariano y socialista, seguiremos avanzando en esa imprescindible tarea, para garantizar la paz del mundo, la paz en Venezuela.
V. Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.
En este momento histórico, la República Bolivariana de Venezuela, de acuerdo con los principios éticos del socialismo, alza la bandera de una lucha necesaria, para adoptar, en el ámbito nacional y en el ámbito global, un esfuerzo por cambiar el "modelo de desarrollo" depredador que el capitalismo ha impuesto al mundo, en los últimos tres siglos, mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado.
En esta lucha, haremos todos los esfuerzos sensibles y bien dirigidos que haya que hacer para revertir las causas y efectos de las devastadoras crisis ambientales que atentan contra la posibilidad de vida del ser humano sobre la Tierra.
Para ello serán necesarias acciones inmediatas y mediatas que permitan rescatar el equilibrio del planeta y apuntalar los procesos económicos productivos del ser humano, sobre la base del respeto de los ciclos de la naturaleza y sus procesos regenerativos, mediante el establecimiento de una relación distinta de los humanos con ella.
Este nuevo modelo alternativo de desarrollo socialista requiere el rol protagónico de hombres y mujeres con nuevos valores del vivir mejor, que apoyen una economía ecológica y socialmente sustentable. Eso sólo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado.
Este nuevo modelo verdaderamente cumplirá con el mandato que surgió de la Cumbre de la Tierra del año 1992: satisfacer nuestras necesidades actuales, sin poner en riesgo ni amenazar la capacidad de satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.
Nuestro país luchará sobre la base de aquellos temas sensibles en materia ambiental, en todos los ámbitos (nacional, regional y multilateral) con especial énfasis en el combate contra el cambio climático, la transformación de los modelos de producción y de consumo insostenibles y la defensa de un nuevo modelo de desarrollo social, ecológico y socialista, como única alternativa planetaria para garantizar la vida.
En este contexto, se impulsará de manera complementaria, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, la construcción de la “Nueva Arquitectura Ética Social Internacional” que, permitirá definir la nueva Agenda internacional para el Desarrollo Humano y el Desarrollo Sostenible.